Un recreíto para las palabras... porque, si pudieramos comunicar nuestros pensamientos a la perfección con imágenes, seguro estarían de más.
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Una tarde de sol, un cuarto desprolijo y todo el tiempo para hacer nada. Así y todo sabía que algo estaba fallando, y estimaba la solución. “Jeff Beck, 28 de noviembre en el Luna Park”, anunciaba la falsa emoción de una la voz locutora de la Rock & Pop. Definitivamente escuchar esas seis cuerdas con furiosos efectos sería la solución. Ni siquiera pensé en donde podía estar “Bart”, solo agarré 200 dólares sobrantes que estaban preparaditos para reventarse después de comprar la notebook y salí.
El café ya me pedía por favor que no lo revuelva más, pero no faltaba tanto y River sale de la promo mañana cuando juegue Huracán. El descarado del mozo me miraba desde la barra esperando a que me pida otro. Si ya sabe que vengo todos los condenados domingos, y a veces sábados, a ver el partido, me pido un café y nada más. La gente no pierde las esperanzas.
Llegué al bar en 5 minutos, está a 10 cuadras de casa, uno de los mejores lugares en Ramos Mejía para ver los partidos. Apenas crucé la puerta estaba Bart, en el mismo lugar de siempre, y con el mismo ademán de revolver el cafecito sin ganas.
-Bart- le digo
-Eh, ¿qué hacés querido?, vení sentate que falta un tiempo todavía-
-no no, pagá que nos vamos a ver a Beck-
-¡¿Qué?!, no olvidate. No tengo un peso- dijo cabizbajo con ojos lastimosamente ensayados
-No necesitas un peso, dale vení que te debo una-
-No, no yo estaba tranquilo acá mirando el partido…-
-Bueno-lo interrumpo- yo me voy. ¿Venís?-
No había tanta gente como yo me esperaba y en realidad era lógico. A fin de mes, y con la invasión de bandas internacionales que llegaron en esta última parte del año, no se cuantas personas tienen los 190 pesos y las ganas de irse un domingo a esta hora para el centro.
La cola para sacar las entradas era abrumadora y justo cuando iba a comentárselo a Bart, se acerca en actitud cómplice un pelado de metro ochenta y 120 kilos.
-¿Querés entradas?, comprámelas a mí- dijo con cierto dejo amenazante en la mirada
-¿A cuánto las estás vendiendo?, mirá que tengo dólares- le advertí
El pelado se dio vuelta, hizo un ademán con la cabeza y gritó: “¡¡¡Ernestooo!!!”. Al instante se acercó otro individuo igual de enorme pero con pelo. Ambos tenían una remera que al frente decía: “Jeff Beck, Luna Park” y atrás: “Staff”.
El tal Ernesto sacó una pelota de tenis hecha de billetes, y antes de que prepare el cambio para darme lo interrumpí:
-Esperá, ¿entro con esto que me vas a dar?-
La respuesta del pelado fue tan violenta que me convenció: “¿Qué querés, que te acompañe hasta la puerta?”
Finalmente, pasamos sin problemas, e incluso, como el teatro estaba a medio llenar pudimos estar en las ubicaciones de 400 pesos. Esas satisfacciones que le da a uno saber que por más que pagó de menos, disfruta de más.
El último tema que tocó fue la ópera Nessun Dorma (esa de la publicidad vieja de seguros) en su versión de guitarras descontroladas. Cuando terminó y cesaron los aplausos grité: “¡¡Yo no vine a ver ópera Beck, quiero blues!!”. La gente alrededor se moría de risa. “¿Tan difícil es pensar que no era un chiste?, el problema seguía allí.
El aluvión de bandas que sacudió Buenos Aires en el último semestre del 2010 parece que tendrá su continuación durante el verano del año que viene. Es que, si bien no hay grandes confirmaciones, hay muchísimos rumores enfocados en lo que será el Personal Fest 2011.
Una de las versiones más escuchadas es que Marina & the Diamonds vendría a la Argentina a presentar su primer LP y para que nadie se de por arrepentido por no haber ido si es que viene, es mejor que empecemos a hablar de ella.
Una morocha de mirada extraviada, podrían decir, de origen greco-galés. Se mudó a Londres a los 18 años y allí estudió canto para hacer audiciones en algunas comedias musicales.
En 2008 editó sus primeros sencillos, pero recién a principios del 2010 salió al mercado su primer disco The Family Jewels, con temas de su propia autoría y de autoría compartida.
Pese a declararse fan de Britney Spears y de Madonna, el pop que suena con I´m not a a Robot, outsider o Guilty tiene un sonido más opaco, con tintes electrónicos pero sin tanto sintetizador. Las melodías están preparadas para su voz de contraalto que decora con algunos falsetes al límite, y en sintonía con las letras, destilan algo de tristeza.
Es que a lo largo de las letras del disco Marina nos descubre (o se descubre?) partes de una o muchas historias que podrían ser la de cualquiera. Celos, sentirse distinto e incomprendido, o de cómo uno mismo boicotea una relación amorosa dando justificación a su inseguridad por el cruel e inexistente designio del horóscopo (Horror Pop).
Según la británica, su más reciente trabajo está inspirado en la seducción de la comercialidad, los nuevos valores sociales y la sexualidad femenina. Si en otros aspectos más sentimentales de su vida Marina Diamandis crea una pantalla que esconde cómo es ella realmente, no lo sabremos por ahora, pero en la música parece haber encontrado la libertad para contarse tal cómo es y, en conjunción con su talento, el resultado es un paquete de 13 temas de pop bailable, melancólico y muy bien logrado.
I´m not a robot, tiene una estética impactante
Cacerolas, descreimiento, agobio, impotencia… La fe en la democracia y en la política en sí parecía extinta. El desastre económico, La Masacre de Avellaneda, el corralito… todos nos sentimos enajenados, ultrajados por unos partidos políticos que no representaban a nadie.
Néstor Kirchner, con la escasa legitimidad que le dio el 22 % de los votos (que cobarde Menem!!!), se sacó de encima al flagelo de Duhalde, puso en rumbo económico al país, con un mérito enorme de Roberto Lavagna también, y lo reacomodó dentro del marco político americano y mundial.
Esta sociedad estaba acostumbrada a dejar todo el polvo bajo la alfombra.
Basta de OBEDIENCIA DE VIDA y PUNTO FINAL, adelante con las reivindicaciones a los Derechos Humanos y a los juicios a los genocidas. BASTA DEL RETRATO DE VIDELA EN LA ESMA y adelante con el museo de la memoria.
Por fin tirar toda esta basura sobre la mesa, revolverla, manosearla, sentirla, aprehenderla y vomitarla para que nunca más vuelva. Gracias por cauterizar esa hemorragia enorme que parecía iba a desangrar a los argentinos para siempre.
Néstor Kirchner movilizaste por primera vez en décadas a la juventud y lograste que se deje de discutir la corrupción y la impunidad para volver a concentrar a esta sociedad en la política como una herramienta para solucionar los problemas. En mi humilde opinión, pondero esto a cualquier otro aspecto de tu gestión. Muchos volvimos a creer en la política y en la Justicia y estamos dispuestos a seguir luchando.
No hay seres humanos que no cometan errores, ni gobiernos que no representen parcialmente a un país, por eso nadie puede restarle importancia en la historia argentina a la figura política del ex presidente. Me quedo corto, pero solo quería destacar los puntos salientes en la gestión de un gran estadista.
Todo lo que se diga está de más, la historia se va a encargar de poner las cosas en su lugar
Que en paz descanses Néstor Kirchner